lunes, 8 de junio de 2020

Siete años



Lo mejor y lo peor es el lastre de sentir no merecerlo, que una mañana todo se esfume sin avisar. Siete años deslumbrado, siete años de sueños y esperanza, siete años de desvelos desde la confianza en la cordada,  siete años de amor y admiración, siete años de aventura. Gracias por seguir enseñándome que la vida era esto.  En capilla hasta finales de junio, le sigo debiendo un artículo al Padre Ángel, el que nos unió otro gris ocho de junio bajo los benditos cielos de la Peña de Francia. 

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