Andaba de exámenes entonces, estudiando a última hora en la UNED y ya algo hartito de ciencia política, había visto por la mañana en el BOP que se trataba un poema corto el que se pedía para participar en el certamen Cristóbal de Castillejo y esto salió:
"Ciudad Rodrigo, la memoria del silencio"
En los pliegues del tiempo
La muerte y la guerra
La cruz y la espada
hilando el futuro.
Desde todo lo perdido
Buscando en rincones
las fuentes encuentro
de la tierra en mi sangre.
Donde mana la luz
de la sombra del pasado
De lo que conocí y lo que no
De lo que creo y lo que amo
De lo que entiendo y perdono.
Y el tiempo desdoblándose
en modo de espejo.
Pálida luz, el sueño roto
Expuesta la vida al futuro
en forma de horizonte
en forma de frontera.
Me basta amarte así
En atronador silencio
Mis ojos en tus ojos
Tu nombre en mis labios
como parte de mi destino.
Ardo, sucedo y perezco
Arde mi esperanza
En tus muros atrapado.
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