Ayer se murió Sofía Gubaidulina, la penúltima mística. Mishima fue otro peculiar místico, homosexual, ultranacionalista , obsesionado por la tradición y la pureza que solo podía terminar como el final de su libro "Caballos desbocados" y su Liga del viento divino, con un amago de golpe de estado y posterior seppuku. Una reflexión de Epicteto en portugués. Un poema de Biagio Marin en italiano. Qué sentido tiene seguir escribiendo y enredando si todo lo necesario y más bello ya fue contado. A Ana Iris Simón se lo ponen fácil: somos así de idiotas, capaces de renunciar, no ya a nuestra herencia e identidad, sino a toneladas de alto octanaje cultural por ciega ideología. Y Matt Berninger adelanta disco, los fans del rock depresivo somos felices (solo por un instante).
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