domingo, 14 de abril de 2019

De tiempo y memoria


Escribiendo el prólogo del libro de Rebeca, reflexiono sobre un tema fundamental en su obra, el papel del tiempo; el de que nuestra forma de estar en la vida, de ubicar  nuestro lugar en el mundo solo se explica a través de nuestra relación con el tiempo, el de estar construidos con un material fluido y altamente sensible llamado memoria, siempre elevados sobre un cimiento insoslayable que condiciona todo mucho más de lo que pensamos, el de nuestra visión originaria al medio que nos rodea, nuestra primera  forma de percepción, esa patria llamada infancia.Tiempo y memoria para comprender mejor que nada nuestra propia esencia, esa forma de atesorar la vida que es recordar, hacer que lo pasado vuelva a suceder, que siga sucediendo de continuo, porque todo lo que sucedió regresa, vuelve a suceder ad infinitum, y eso es maravilloso.

Este párrafo es una excusa para compartir un exquisito vídeo relacionado con el tema, el de la nueva canción de  The National. Se trata de un asunto mil veces contado en el arte, el relato de la propia vida. En este caso la delicadeza y la pericia del autor consiguen transmitir con medida austeridad brutalmente eficaz que al final, todo el balance se reduce, aparte de los grandes sucesos ceremoniales, siempre relacionados con advenimientos y bienvenidas, partidas y despedidas,  a esos pequeños gestos que creyéndolos banales cuando suceden, el susurro del caminar, el olor y el tacto de la hierba, la nube desplazándose en el cielo, la brisa moviendo la cortina, encerraban la más pura y simple plenitud que puede alcanzar esa insignificante figura contra el horizonte que es el ser humano, la plenitud de haber vivido. 

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