viernes, 26 de junio de 2020

Ciudad Rodrigo y el terremoto de Lisboa




Investigando para mi trabajo de fin de grado de Historia del Arte,"Del terremoto de Lisboa a la sombra del Vesubio: la construcción de una nueva conciencia", que ya dejaré enlazado en el blog, di con un par de documentos que aunque yo no utilizaré, pueden resultar curiosos para los mirobrigenses. 

No hago uso de ellos en el trabajo porque no me interesan las respuestas en el planteamiento de mi tesis, sí las preguntas formuladas desde instancias oficiales tras la catástrofe. Esos cuestionarios denotan el anhelo de realizar un estudio serio, entender racionalmente las causas, interpretar las señales que anunciaban el fenómeno para así poder prevenir  catástrofes de la misma naturaleza.


Es fácil comprender que en aquella sociedad portuguesa de 1755 se desataron las voces que veían el origen  de la tragedia en la ira de un Dios vengador por los pecados de una sociedad disoluta, con alguna variante divertida como lo sucedido en Sevilla, donde los hubo que acusaron de prestar demasiada devoción a algún santo en perjuicio de otro. Pero también el acontecimiento provocó un eco con repercusión en toda Europa, con su correspondiente traducción en una riqueza inusitada de  imágenes,  asociado a un intenso debate intelectual que se prolongó durante décadas, y que vino a encarnar el freno a la confianza ilimitada en la razón, a la justificación racional del mal, a la Teodicea de Leibniz, ridiculizado en el Cándido de Voltaire. Un debate cuyas derivadas pueden detectarse incluso en la reflexión sobre la posibilidad de un Auschwitz en la Europa del siglo XX.


Encuesta de enero de 1756 distribuida en todo Portugal
1.      ¿A qué hora fue el terremoto que tuvo lugar el 1 de noviembre y cuánto tiempo duró?
2.      ¿Percibió que el impacto osciló de una dirección a otra? Por ejemplo, de norte a sur o al contrario. ¿Percibió que las construcciones caían más hacia un lado que hacia otro?
3.      ¿Cuántas construcciones de destruyeron en cada parroquia? ¿Fueron numerosas? ¿En qué estado quedaron?
4.      ¿Cuánta gente falleció? Entre los fallecidos, ¿había alguien de clase distinguida?
5.      ¿Percibió algún fenómeno extraño en el mar, las fuentes o los ríos?
6.      ¿Avanzó el mar en la tierra o retrocedió? ¿Cuántos palmos entró el mar en la tierra, cuántas veces y durante cuánto tiempo se produjo este fenómeno?
7.      ¿Hubo fisuras en la tierra? ¿Qué dato relevante destacaría de las fisuras? ¿han vuelto a aparecer recientemente?
8.      ¿Qué medidas tomaron las autoridades religiosas, políticas y militares inmediatamente después del terremoto?
9.      ¿Ocurrió algún otro terremoto después del 1 de noviembre? Si fue así, ¿qué daño causó?
10.  ¿Recuerda en su vida haber percibido anteriormente algún terremoto? ¿Qué daño causó?
11.  ¿Cuánta gente vive en su parroquia? Declare, en la medida de lo posible, cuántos son hombres y cuántas mujeres.
12.  ¿Ha habido alguna restricción o control de los alimentos?
 Si se produjeron incendios, ¿cuánto tiempo duraron y qué daño hicieron?
Encuesta de Fernando VI en España:
1. ¿Se sintió el terremoto?
2. ¿A qué hora?
3. ¿Qué tiempo duró?
4. ¿Qué movimientos se observaron en los suelos, paredes, edificios, fuentes y
ríos?
5. ¿Qué ruinas o perjuicios se han ocasionado en las fábricas?
6. ¿Han resultado muertas o heridas en personas y animales?
7. ¿Ocurrió otra cosa notable?
8. Antes de él ¿hubo señales que lo anunciasen?
Respuestas de Ciudad Rodrigo:

[294 ] (*) CIUDAD RODRIGO (Salamanca)

Ciudad Rodrigo, 5 noviembre 1755.
El Alcalde Mayor.
Da cuenta de lo ocurrido con motivo del terremoto acaecido en aquella ciudad el día 1.o del corriente.
Ilustrísimo Señor:
Señor:
Aunque sorprehendido de el temor, no omito poner en noticia de V.S.I. le causó grande en esta ciudad un terremoto que
se le experimentó en ella de siete minutos de duración la mañana de el día 1º de el corriente, que lo fue de todos
Santos, a las diez menos cuarto, acompañado de un gran ruido y con tan violento movimiento, que se creyeron arruinadas la
Iglesia Catedral y demás edificios de ella, y las gentes sin la menor esperanza de vida, de cuyas desgracias por especial Providencia
de la Misericordia y Piedad Divina quedó libre a intercesión, según se cree, de su Patrono y bienhechor el
Señor San Isidro, en cuyo hacimiento de gracias y, para implorar la continuación de tan grande beneficio, por ella y el Cabildo
de su Santa Iglesia Catedral se ha acordado, de una unión y conformidad, se celebren tres días contínuos de rogativa y, en
el último, procesión pública de penitencias, con prohibición en todos de ejercicio de comercio ni oficio alguno, abrir ventana,
ni ejecutar cosa que se oponga a la común devoción y edificación que, en todo, se procura informar, cuyo especial favor de
haberla preservado de ruinas y desgracias es extensivo a todo su Obispado, sin embargo de que de las inmediaciones se dicen
por ciertas muchas y repetidas, aunque mayores, de la ciudad de Coria, en donde, según seguras noticias, la torre de la
Catedral y Capilla mayor llamada de los curas, que se arruinó, hizo perecer crecido número de gente de ambos sexos.
Personas de la mayor credulidad y juicio testifican contestes, repitió el mismo día a las doce menos cuarto de él, y a las
nueve y media de la noche del mismo, aunque por haber sido momentánea la repetición no se hizo en lo común sensible.
Cuya funesta noticia participo a V. S. I., por lo que pueda conducir al servicio el que de ella se halle asistido.
Y repitiendo con este motivo a V. S. I. mi subordinación a sus órdenes, deseo me dispense muchas de su agrado.
Dios guarde a V. S. I. muchos años, como deseo.
Ilustrísimo Señor:
Señor: A los pies de V. S. I., besa su mano su más atento, rendido servidor y súbdito,
Sebastián Olalla
Ilustrísimo Señor Don Diego de Rojas y Contreras.

(* Información facilitada motu propio, con anterioridad a la expedición de la carta circular del 8-XI-1755.)


[295] CIUDAD RODRIGO (Salamanca)
Ziud. Rodr.o, 3 de diciembre de 1755.
El Alcalde mayor.
Ilustrísimo Señor:
Señor:
El terremoto de el día primero del pasado, que las repeticiones que de él se experimentaron a las doce menos cuarto, y
nueve de la noche del mismo día, aunque con menos sensibilidad y duración, sólo ocasionaron en esta ciudad y su Obispado,
la confusión, terror universal y espanto, que avisé a V. I. en carta de 5 del mismo, habiendo sido Dios servido libertarla, y
a todos los pueblos de su Corregimiento y Diócesis, de toda desgracia y ruina, excepto algunas casas que, por estar expuestas
a ella por lo malparado de sus edificios, padecieron algún sentimiento.
Sin que hasta el día hayamos que algunas fundadas sospechas de haberla padecido la bóveda principal de su Santa
Iglesia Catedral, que se espera puedan deponerse con el reconocimiento que de ello está para practicarse, y no permite la
presente estación.
A este terrible movimiento de tierra precedió, según muchos viajeros y ganaderos afirman, haberse visto como a las
dos de la mañana antecedente al día primero, un fenómeno o nube luminosa que comunicaba igual luz que siendo de día
pudiese el Sol a la parte de Poniente.
Y se advirtió en los días subsiguientes venirse a los poblados bandas enteras de perdices, de una de las cuales un
eclesiástico de esta ciudad, desde su misma casa logró matar tres de un tiro sobre el tejado de uno de los cuarteles de esta
guarnición llamado del Conde; y otro párroco de una de sus Parroquias, coger una viva dentro del poblado a ocho días del
terremoto.
En la actualidad de este [terremoto] se experimentó haber tomado corriente de aguas diversas fuentes que hace algunos
años la habían perdido y se hallaban secas, lo que hoy mantienen.
Que es cuanto puedo informar a V. S. I. en cumplimiento de la Orden que se sirvió comunicarme en carta de 8 del
mismo.
Dios guarde a V. S. I. muchos años, como deseo.
Ciudad Rodrigo, 3 de diciembre de 1755.
Ilustrísimo Señor:
Señor:
A los pies de V. S. I., besa su mano su más rendido atento servidor,
Sebastián Alcalde
Ilustrísimo Señor Don Diego de Rojas y Contreras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario