martes, 6 de abril de 2021

A 7 años de distancia


La identidad como quimera. Este que escribe no es ya el que pensaba estas líneas. Qué hay en mí a siete años de distancia, desde aquel domingo 6 de abril, culminación de un anhelo inconsciente. Qué poco se parece el viaje recorrido al imaginado o proyectado un día antes de tu llegada. Lo malo de ser padre es mucho peor. Lo bueno, mucho mejor. Mi credo personal, forjado frente al kilómetro, canon universal para saber de tu temple, huye de las expectativas, segura fuente de frustración. Sin embargo saberte tan especial y sorprendente traiciona mis convicciones. Y ahí aparece la amenazadora esperanza y el deseo, no puesto en ti, en un camino que has de recorrer libre para errar y recomenzar. Se trata del miedo a no ser yo el padre que te mereces, a no estar a tu altura. Latente motivación del remar y decidir diario. 

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