sábado, 12 de enero de 2019

Mis conexiones San Pedro de Alcántara

En mi última visita a Cáceres, al pasar delante de la famosa estatua, se me ocurrió este absurdo viaje


Maravillosa estatua de Pérez Comendador. 


Enrique Pérez Comendador nació en Hervás, donde tiene un estupendo museo dedicado a su obra y a la de su mujer, Madeleine Leroux, también artista.


San Pedro de Alcántara fundó en Pedroso de Acim el monasterio de El Palancar, considerado el más pequeño de España, un edificio especial en un lugar especial, propicio para el retiro y el recogimiento espiritual


En el monasterio hay una pequeña capilla con una pequeña réplica -aquí todo es pequeño- de la estatua de Comendador y si no recuerdo mal, la decoración, creo que a base de teselas cerámicas, corrió a cargo de su mujer, Madeleine Leroux.


En el convento de Los Ángeles de Ovejuela en Hurdes, cuyas ruinas  merecen una visita por lo idílico del paraje, también habitó nuestro santo.


Alcántara, ciudad natal de San Pedro, tiene otra estatua, esta de José Navarro Gabaldón, otra ciudad algo desconocida que también merece atención más allá de su majestuoso puente, sobre todo el recinto conventual de San Benito.


Final en Lisboa, en el mirador de San Pedro de Alcántara, donde una noche de otoño le pedí yo a Susana que se casara conmigo.
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Por ahí tengo su Tratado de oración y meditación, algún día me atreveré con él, ya sabéis que me tiran mucho estos integristas, y San Pedro era uno de los más radicales en cuanto a autoexigencia y privaciones, siempre al borde del mal.

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