En mi última visita a Cáceres, al pasar delante de la famosa estatua, se me ocurrió este absurdo viaje
Maravillosa estatua de Pérez Comendador.
Enrique Pérez Comendador nació en Hervás, donde tiene un estupendo museo dedicado a su obra y a la de su mujer, Madeleine Leroux, también artista.
San Pedro de Alcántara fundó en Pedroso de Acim el monasterio de El Palancar, considerado el más pequeño de España, un edificio especial en un lugar especial, propicio para el retiro y el recogimiento espiritual
En el monasterio hay una pequeña capilla con una pequeña réplica -aquí todo es pequeño- de la estatua de Comendador y si no recuerdo mal, la decoración, creo que a base de teselas cerámicas, corrió a cargo de su mujer, Madeleine Leroux.
En el convento de Los Ángeles de Ovejuela en Hurdes, cuyas ruinas merecen una visita por lo idílico del paraje, también habitó nuestro santo.
Alcántara, ciudad natal de San Pedro, tiene otra estatua, esta de José Navarro Gabaldón, otra ciudad algo desconocida que también merece atención más allá de su majestuoso puente, sobre todo el recinto conventual de San Benito.
Final en Lisboa, en el mirador de San Pedro de Alcántara, donde una noche de otoño le pedí yo a Susana que se casara conmigo.
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